Sala de Exposiciones de la Biblioteca Municipal
Hasta el 23 de Febrero.
SENSIBLE SENSIBILIDAD.
No diremos que la ilustración sea la minoría de edad de la pintura. Ocurre todo lo contrario tal vez. Porque ha de ser portadora de tal madurez sensitiva, que acaba por hacerse algo más que pintura. Las ilustraciones de Pilar Criado adolecen de este exceso, quiero decir, que sin dejar de ser pintura son además ejercicios de sensibilidad sobre una historia. En definitiva, que ya de por sí son obras completas, si bien dependen de una referencia, de algo a lo que señalan, y lo hacen de forma singular y personalísima.
Pero vistas así, independientes del texto -aunque el texto sea muy explícito y reconocible a veces- podrían pasar por arte sin referencia, arte autónomo, arte puramente pictórica. Ocurrentes, virtuosas, sorpresivas.
El dominio de la técnica es fundamental en este sentido. Aguadas, de materia, collages ... todo el espectro de posibilidades aplicadas sobre el papel (en su mayoría) con un objeto, acercar la imagen no tanto al texto como al espectador. Esto, a lo mejor es otra de las virtudes del hacer de Pilar Criado. Para ello ha tenido que desligarse de las imágenes archireconocidas que ya ilustran muchas de las referencias aquí expuestas.
Son más en este sentido las referencias al gran arte que a la ilustración. De ahí, posiblemente, el manejo preciso de muy distintos lenguajes formales. Algo que, desde nuestro punto de vista, ha de ser imprescindible en quien pretende ser ilustrador.
A la par, hay que poner el recurso estético al servicio del público, esto es, en el contexto. A día de hoy las ilustraciones para niños y para literatura juvenil tienen gran predicamento. Digamos que en ellas, Pilar Criado es una consumada artista, una magnífica interprete de la sensibilidad a que se dirige, es decir, una magnífica sensibilidad.
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